5 razones para educar a sus hijos en temas sexuales

La educación sexual es uno de los temas más importantes para abordar en la etapa de crecimiento de sus hijos, debido a que en ese proceso de desarrollo es cuando empiezan a surgir preguntas normales en cuanto a temas que pueden causar curiosidad en ellos, como por ejemplo el origen de los niños, el uso de los órganos genitales, entre otros.

Además, al llegar a la etapa de la pubertad, su cuerpo enfrentará una serie de cambios que pueden llevarlos a profundizar aún más sus dudas, generando confusión en temas relacionados con las relaciones sexuales, enfermedades de trasmisión sexual, etc.

Al brindarles una correcta educación sexual desde una temprana edad, se les podrá preparar para enfrentar cada uno de estos cambios de una manera segura y completamente sana, evitando que puedan sufrir consecuencias emocionales graves, o incluso casos de abuso que afecten su desarrollo.

A continuación, encontrará 5 razones por las que es importante que sus hijos reciban una educación adecuada en temas sexuales.

La educación sexual es un derecho

En primer lugar, es importante tener en cuenta que la educación sexual, según lo establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), es un derecho al que todo niño, niña y adolescente debe tener acceso desde una temprana edad.

Según la OMS, “La educación afectivo-sexual es un derecho de niños, niñas y adolescentes junto a otros derechos sexuales, como libertad sexual, privacidad, equidad, convivencia en igualdad y sin discriminaciones. Todo niño tiene derecho a respuestas sinceras y a la educación. Todo niño tiene derecho a una educación sexual de calidad”.

En este sentido, es importante asegurarse de brindar a su hijo una educación sexual integral, la cual le permita hacer valer uno de sus derechos más esenciales.

Ayuda a prevenir el abuso sexual infantil

En el mundo, los casos de abuso sexual infantil son cada vez más altos. Una de las principales razones que influyen en el crecimiento de estas cifras es precisamente la falta de una buena educación sexual en los niños y niñas, lo cual les impide reconocer situaciones sexualmente inadecuadas y que pueden representar un peligro para su integridad personal.

Al ofrecer una buena educación sexual, un niño o niña podrá ser capaz de conocer los riesgos ante un posible caso de abuso, así como establecer límites que les permita mantenerse seguros ante propuestas inadecuadas por parte de personas desconocidas o de su círculo cercano.

Fortalece los vínculos familiares

Cuando se habla claramente sobre temas tan importantes para la salud de los hijos, los padres podrán tener la oportunidad de estrechar los lazos familiares, creando un ambiente de confianza que será sumamente útil para desarrollar una relación familiar sana.

Por el contrario, cuando no existe una conversación adecuada sobre temas sexuales con los niños, estos pueden perder la confianza en sus padres y buscar, en otras personas, respuestas a preguntas normales en cuanto a sexualidad, poniendo en riesgo su seguridad.

Evita un inicio sexual temprano

La mayoría de las veces, cuando un niño, niña o adolescente inicia sus actividades sexuales a una temprana edad, se debe a una escasa o nula educación sexual por parte de sus padres o su entorno escolar.

Cuando se brinda una educación sexual integral completa y segura, sus hijos podrán desarrollar habilidades de toma de decisión en cuanto a temas de sexualidad, lo que evitará un inicio temprano de la vida sexual.

Previene embarazos no deseados y ETS

Entre los temas que abarca una educación sexual integral en niños, niñas y adolescentes, uno de los más importantes es el de las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS), el VIH y el embarazo precoz. A través de esta educación, se brindan conocimientos importantes en cuanto a la prevención de este tipo de riesgos, uso de métodos anticonceptivos, etc.

Una escasa educación sexual puede aumentar el riesgo de embarazo precoz en las adolescentes, así como de contraer alguna ETS.

Cada una de estas razones demuestran la importancia de impartir una educación sexual adecuada en los menores de edad, para que así puedan desarrollar habilidades que les permitan afrontar los cambios de la adolescencia y el interés sexual, de una forma sana y segura, evitando incluso que puedan convertirse en víctimas de abuso sexual.